Aumento de glúteos

Tener glúteos levantados y bien formados es el sueño de muchas mujeres; no obstante, algunas por condiciones genéticas o por el paso de los años, reconocen que no pueden lograrlo. Es así como a través de dos métodos de cirugía: la inyección de grasa o la prótesis de silicona, el Doctor Tascón y su equipo de trabajo de Imagen y Salud ofrece a las mujeres la oportunidad de lucir esos glúteos tan anhelados.

¿Cuándo es necesaria esta cirugía?

Si los glúteos son pequeños, planos o están caídos y el objetivo es agrandarlos o darles una mejor forma, la cirugía de aumento de glúteos es la mejor opción. Existen en la actualidad dos métodos para realizar esta cirugía: la extracción de grasa de otra zona del cuerpo para inyectarla posteriormente en los glúteos o las prótesis de silicona.

Aumento de glúteos con aspiración e inyección de grasa

¿En qué consiste?

Esta cirugía consiste en extraer grasa de la persona, en la mayoría de los casos de las zonas que rodean a los glúteos, se depura a través de un proceso especializado y luego se vuelve a introducir en la cola del paciente a través de cánulas delgadas y en diferentes puntos. Estas incisiones son de medio centímetro de longitud y se ubican en zonas bien camufladas.

Resultados

• Mejor simetría
• Mayor volumen
• Figura curvilínea

Gluteoplastia con implantes

¿En qué consiste?

Es la cirugía diseñada para aumentar los glúteos por medio de implantes de silicona. Se recomienda para mujeres que no tienen suficiente grasa para practicar la lipoinyección.

Esta intervención consiste en realizar una incisión en medio de los dos glúteos; luego, se deja un espacio debajo del músculo glúteo mayor y finalmente, se introduce el implante hacia cada lado a partir de la misma incisión central.

Resultados

Los resultados son los mismos que en la cirugía del aumento de glúteos con inyección de grasa; sin embargo, el aspecto con implantes luce un poco más redondeado.

Después de la cirugía (bajo los dos métodos)

Luego de realizada la cirugía se recomienda reposo en cama las primeras 24 horas. Una vez cumplido este tiempo, se sugiere empezar a moverse para prevenir complicaciones. Es importante dormir boca abajo, restringir las actividades la primera semana y hacer ejercicio hasta después de un mes. Si se siguen las indicaciones del cirujano, el paciente podrá volver a sus labores al cabo de una semana.